Mantener tus zapatos limpios y bien cuidados prolonga su vida útil y los mantiene impecables.
La clave está en usar el método correcto para cada tipo de material.
Elimina el polvo: Usa un paño seco para quitar el polvo de la superficie.
Trata las manchas: Si hay manchas persistentes, humedece ligeramente un paño con agua y jabón blanco y frota suavemente la zona afectada. Deja secar por completo.
Aplica pomada incolora: Una vez seco, aplica una pomada líquida incolora sobre toda la superficie.
Saca brillo: Deja secar la pomada, y luego usa un paño limpio para frotar y sacar brillo.
Secado final: Permite que se sequen completamente antes de usarlos.
Quita el polvo: Pasa un paño seco sobre la superficie para eliminar el polvo.
Aplica crema Delicate: Si hay manchas, aplica una crema como "Delicate" sobre toda la superficie.
Pule con un paño: Con un paño seco, frota bien toda la superficie para extender la crema y pulir.
Cepilla la superficie: Con un cepillo de cerdas finas completamente seco.
Manchas difíciles: Si encuentras manchas que no salen, humedece apenas un cepillo de cerdas finas con agua y jabón blanco y frota suavemente. Otra opción es usar un limpiador de gamuza incoloro directamente sobre la mancha.
Secado: Deja que se sequen al aire. ¡Evita el calor directo!